Las matemáticas suelen ser aburridas para la mayoría de las personas, e incluso puede que se llegue a pensar que no son necesarias en la vida cotidiana, pero al menos una vez al día, la mayoría de las personas necesitan utilizar los números para poder realizar una que otra tarea. Por ende, existen conocimientos básicos que no pueden dejarse de lado.
Conocimiento básico
Se le considera así porque es una de las tantas cosas que se aprenden en primaria, a la cual se le puede sacar mucho provecho si se utiliza de manera correcta. El cálculo es en realidad simple, y aunque a un pequeño niño se le pueda complicar, luego de que se conoce el paso a paso, no suele dar mayores problemas, lo que es más, incluso se puede convertir en una tarea fácil.
En realidad las reglas del cálculo cuadrático son básicas, ya que su esencia es solo multipolar por sí mismo el número que se encuentra elevado. Claro está que esto se hace simple cuando se trata de números que aparecen en la tabla de multiplicar, sin embargo, cuando se trata de números mayores, esto suele ser un poco complicado, pero existe un método simple para poder obtener el resultado correcto sin una calculadora.
Cómo realizar el cálculo de un número al cuadrado
Según lo anteriormente explicado, cuando se tiene una expresión cuadrática, como por ejemplo 52, lo único que debe hacerse es multiplicar 5*5, lo que da un resultado de 25, y ese es el cuadrado del número principal, pero si se trata de números mayores como 18, 42, o incluso de tres cifras como 512, el procedimiento se complica. Sin embargo, dentro de este tipo de cálculo, existen varios casos.
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Si la última cifra es “5”
Cuando se tiene un número que termina en 5, el procedimiento se simplifica, y lo que se debe hacer es eliminar el 5 de ese número. El número resultante, se multiplica por el siguiente al mismo, para añadirle “25”al final de esa cifra, lo que arrojará el resultado del cuadrado.
Como ejemplo de esto se tiene el número 4252. Se retira el 5, y quedan 42, el número siguiente es 43. Se multiplica 42*43, lo que da un resultado de 1806, al cual se le agrega finalmente el 25, quedando como resultado del cuadrado original 180.625.
Este procediendo es infalible, y siempre arrojará el resultado correcto, sin embargo, solo funciona cuando el número final es 5, para los demás números, este método debe ser descartado, para aplicar otro método
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Si la última cifra es 50, o se encuentra próxima a ese número
Específicamente, los números que terminen con cifras que vayan del 42 al 50, pueden ser resueltos con otro método igual de simple que el anterior.
Para aplicarlo se toma el número cuadrado, se le resta 25, lo que arrojará la primera parte del resultado, dicho número se debe anotar. Luego al mismo cuadrado se le resta 50, y a dicho número se le calcula su cuadrado, que vendrá siendo la segunda parte del cálculo total.
Como ejemplo de este método se puede utilizar el número 472, y se le restan los primeros 25, quedando 47-25 = 22. Se vuelve a tomar el número principal se le restan 50, quedando 47-50 = 3. A ese último número se le calcula su cuadrado, 32 = 3*3 = 9. Por último se colocan juntos la primera resta, y el último cuadrado, quedando 472 = 2209
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Con el resto de los números
Cuando se tiene cualquier otro número, es posible descomponer la cifra, y obtener el resultado final por partes, lo que ayuda a agilizar el cálculo mental, y en lugar de multiplicar un número grande, se descompone para obtener varios números pequeños. Esto se hace utilizando las fórmulas de cuadrado de una suma y cuadrado de una resta.
- (a+b)2 = a2 + b2 + 2ab
- (a-b)2 = a2 + b2 – 2ab
Claro está que este método, si bien es un tanto más complicado que los demás, ayuda mucho a agilizar la mente, el cual es el verdadero trabajo de la matemática, ya que esta no es solo números aburridos, sino que entrena la mente para que sea más lógica, y pueda responder mejor ante distintos escenarios.
No depender de las calculadoras
Aunque hoy en día podamos tener un calculadora en nuestro bolsillos (cada teléfono celular tiene una), no es recomendable depender de estas para poder realizar operaciones matemáticas pequeñas, ya que estas pueden fallar en cualquier momento, dejándonos a la deriva, y sin poder realizar el cálculo, ya que simplemente se olvidó como hacerlo.
Además realizar operaciones matemáticas constantes ayuda a entrenar el cerebro, e incluso ayuda a combatir la pérdida de memoria y el Alzheimer.