El agua de lavanda posee multitud de cualidades para la belleza y la salud, de manera tal que podemos elaborarla por nuestra cuenta, en la comodidad de nuestra casa.
Identifiquemos primero la lavanda
En botánica, la lavanda pertenece a la familia de las lamiáceas, compuesta por varias especies. Tiene un aroma realmente incomparable, lo que convierte esta planta en toda una joya en cuanto a aromas.
Los perfumistas franceses elaboran con ella excelentes perfumes y aguas de colonia de gran difusión a nivel mundial. El aroma de esta planta ex utilizado también para aromatizar escaparates y gavetas, así como para alejar los insectos de estos lugares; a tal efecto se coloca en su interior una bolsita contentiva de flores de la planta. Las espigas de flores de la lavanda son destiladas por vapor a fin de extraer de ellas el apreciado aceite esencial que se aplica para combatir jaquecas y dolores musculares.
Usos de la lavanda
Como planta de uso medicinal, la lavanda funciona como calmante del dolor, regenerador de células, sedativo, mitigador de síntomas de gripes y refriados; todo esto por medio del aceite esencial extraído de la planta. Además, la lavanda es un poderoso antiséptico: en las quemaduras recién sufridas, previene el surgimiento de ampollas, y fomenta la regeneración de tejidos. En lo referente a heridas, es un desinfectante de acción inmediata, previniendo secuelas posteriores. Su fama como antiinflamatorio también es muy merecida, especialmente en el tratamiento del reumatismo y de la artritis: la acción relajante de la lavanda calma el dolor.
El aceite puro de lavanda, por ejemplo, se aplica directamente sobre picaduras o mordeduras de insectos; también se puede utilizar como loción para tratar las quemaduras producidas por la exposición al sol; para esto basta con añadir 10 gotas de aceite puro de lavanda a 0,50 lt de agua. Como enjuague capilar, el aceite de lavanda se usa diluyendo Diluye 20 gotas en una jarra de agua; es muy útil para combatir los piojos y para eliminar las liendres, se aplican unas gotas de aceite puro en el peine para eliminarlas.
Esencias, tónicos y agua de lavanda
Estos productos derivados del procesamiento de la lavanda, funcionan muy bien como aportadores de calma, suavidad y equilibrio. La lavanda tiene una flor sumamente aromática, lo que le faculta como un muy buen ambientador. Con sus flores se hace un tónico que, combinado con el aloe vera, refresca, limpia y tonifica. También funciona como exfoliante natural .
Procedimiento para elaborar agua de lavanda
El agua de lavanda se aplica en el baño y en el momento de dar aroma a la ropa. Se le indica por sus cualidades como antirreumático, antiinflamatorio y relajante. Elaborarla en casa es algo sencillo. Así que presta atención a los pasos que verás seguidamente, pues por su medio te explicaremos la forma de elaborarla.
Pasos para hacer agua de lavanda
Lo que necesitas:
1 ramo de flores frescas de lavanda (esta cantidad varía de acuerdo a lo que necesites, pero debes considerar que debes reunir 1 kg de flores para conseguir 0,25 lt de agua de lavanda), aceite vegetal (de jojoba, olivo, almendra, soja o lavanda), 1 bolsa de tul, 1 olla o cacerola, agua destilada, 1 embudo, 1 tazón pequeño, 1 bandeja y 1 cuchara de madera (sirve también un mortero).
Lo que debes hacer:
Una vez que hayas recolectado o adquirido las flores, deshazte de las ramitas que tengan, ponlas en la bandeja y agrégales unas gotas de aceite vegetal para que vayan macerando. De acuerdo al tipo de aceite que hayas escogido, utiliza entre 1 y 4 gotas. Luego espera por aproximadamente 1 hora. Cuando haya pasado la hora, vierte todo en la bolsa pequeña de tul (de las utilizadas para ambientar los armarios), anuda sus extremos y ponla dentro de la cacerola con agua destilada. Pon la cacerola al fuego hasta que el agua hierva, retírala del fuego por unos instantes y vuelve a exponerla sobre él para que hierva nuevamente; luego saca la bolsa y colócala dentro del embudo y este último dentro del tazón pequeño. Golpea el contenido del la bolsa en el embudo usando la cuchara de madera o en su defecto el mortero, de modo que la esencia vaya saliendo; sigue haciendo esto hasta que ya no se extraiga nada. Asegúrate de haber conseguido toda el agua de lavanda, añadiendo 5 gotas de aceite de jojoba; si lo que sale tiene un color amarillento, significa que ya se extrajo todo, en caso contrario, sigue golpeando.
El agua de lavanda se utiliza para ambientar las habitaciones; también puede ser vertida directamente en la ropa y en la lencería de cama. Para conciliar el sueño y dormir mejor, puedes verter algunas gotas del agua en tu almohada antes de acostarte.