Aprende a confeccionar alfombras con lana. En el inicio del otoño, reaparece el frío, así que no hay nada como pisar una cómoda y cálida alfombra para calentarnos los pies. Por ello, te explicaremos a continuación una forma de confeccionar alfombras de lana con unas indicaciones sencillas de seguir.
¿Qué es la lana?
La lana es conocida como la fibra animal procedente de determinados ovinos (las ovejas) y camélidos (alpacas, llamas y vicuñas) y se obtiene por medio del proceso conocido como esquileo. Esta fibra animal se utiliza en la industria textil como materia prima para la producción de diversos tipos de prendas de vestir. En sus diferentes versiones, la lana es una fibra gruesa y elástica que tiene cualidades termoaislantes, es decir, puede retener bien el calor. Por ello, puede proteger del frío a los animales y a quienes utilicen prendas de vestir elaboradas con ella.
¿Cómo está compuesta?
A diferencia de las fibras de origen vegetal, la lana se compone principalmente de una proteína animal llamada queratina, con la cual se forman uñas, pezuñas, plumas, pelo y cuernos, tanto en los animales como en los humanos. Es una macromolécula insoluble en agua y resistente que es secretada por las células epidérmicas del animal y suele tener una cobertura a base de sustancias lipídicas (en este caso, la lanolina).
¿Cuáles son sus propiedades físicas?
La lana es una fibra elástica y, debido a que los hilos de este material que componen algunas prendas de vestir suelen doblarse, se estiran sin que se rompan y por el hecho de ser elásticos, mantienen fácilmente su forma original y son muy flexibles. Quizás su característica más interesante sea su enorme capacidad de aislamiento térmico, pues al no estar compactadas sus fibras, mantienen el calor. La lana es un muy buen aislante. Además, en su interior tiene muy fácil la absorción de humedad, es decir, en un ambiente húmedo, generalmente puede absorber un tercio del peso del agua circundante.
¿Para qué se usa?
La lana se utiliza para confeccionar prendas de protección contra el frío (guantes, bufandas, gorros, jerseys, entre muchas otras) así como mantas, colchas y alfombras. Se utiliza como material de relleno para almohadas, asientos y tapizados. Otro uso de la lana es como aislante de sonido para pianos, maquinaria pesada o como absorbente de olores.
Elaboración de una alfombra de lana
Cuando pisamos alfombras de lana, notamos cuán suaves y cómodas son éstas, por lo que además de aportar un encanto y estilo especiales en la estancia donde colocamos una alfombra de lana, se recomienda utilizarlas muchísimo durante el otoño y el invierno, sin olvidar que suelen ser muy duraderas. Veremos entonces, luego de estas líneas, el procedimiento para elaborar una alfombra de lana.
¿Qué necesitas para elaborarla?
Una red o rejilla que servirá de base para la alfombra (puedes comprarla en una tienda de decoración o bien de manualidades), unas tijeras y lana
Lo que debes hacer para elaborarla
Puedes hacer alfombras de lana tejiéndolas sin agregarle soporte, pero aún añadiéndole la rejilla como base, siguen siendo muy sencillas de elaborar.
Primero, hay que cortar unas piezas de lana de unos 10 cm aproximadamente. Ya que cortes estas tiras, debes comenzar a colocarlas sobre la base. Para ello, primero debes anudar las piezas de lana, una por una hacia cada extremo de la malla; te recomendamos hacer un nudo en una punta y luego empezar a pasar las piezas de la fibra por la malla, tan sencillo como eso.
Cuando termines de atar la primera tira, agarras ésta y la pasas por cada agujero de la malla o rejilla. Inícialo desde arriba, luego pásalo por debajo y después sal nuevamente por arriba. Ve desde una punta y hasta la otra. Apenas acabes con la otra punta, nada más debes anudar de nuevo, cuidando que permanezca por abajo de la malla y es todo.
Si esa malla te parece demasiado grande o buscas hacer una alfombra de mayor tamaño, deberás recortar las tiras de lana, lógicamente, con una mayor longitud. Y la malla en uso tiene grandes agujeros, opta por pasar un par de piezas de lana, una junto a otra, de manera que logres una alfombra con mucha más esponjosidad.
Luego que hayas montado la alfombra entera, terminaste todo; sin embargo, si quieres cerciorarte de que el tapete no se moverá del lugar donde lo colocaste, tienes la opción de pegarla usando un antideslizante pequeño de goma (puedes adquirirlo en las tiendas de muebles o bien en alguna ferretería).
También puedes elaborar una alfombra de lana montándola con pompones, otra idea genial para llevar a cabo. Fíjate que los pompones están de moda; por eso, si tienes dominio en su elaboración, monta algunos y únelos para elaborar un bonito tapete para tu dormitorio.