ELABORACIÓN CASERA DE ARCILLA POLIMÉRICA

¿Es posible elaborar arcilla polimérica en el hogar? Ciertamente lo es.

¿Qué es la arcilla polimérica?

También conocida como plastilina horneable, plástico modelable, arcilla de polímero o genéricamente “fimo”, se denomina de esta manera a una forma de arcilla de base plástica, con características semejantes a la plastilina, con la diferencia de que aquella se torna dura tras hornearse. Su obtención industrial es el resultado de mezclar una variedad de compuestos químicos que incluyen partículas de PVC (polímero plástico conformado por moléculas de cloruro de vinilo), agentes suavizantes y pigmentos de colores. La arcilla polimérica viene a ser una masa maleable que se hace muy resistente una vez que se ha secado.

¿Qué ventajas ofrece la arcilla polimérica respecto a otros compuestos similares?

Comparada con la plastilina convencional, tiene a su favor que pueden mezclarse colores. Amasando juntos un par de colores por un breve tiempo se obtiene un efecto de “marmoleado”, y si se extiende el tiempo de amasado, se consigue una mezcla más uniforme.

Comparada con la porcelana fría, la arcilla polimérica se hace más dura y resistente luego de hornearse. Tampoco se requiere de un horno cerámico convencional para endurecerla, pues ésta se hace sólida a una temperatura de 135º C (275º F); dicho de otro modo, es una masa moldeable que puede cocerse en cualquier horno casero.

Desde una perspectiva económica, la arcilla polimérica es un producto que puede adquirirse a un bajo precio en cualquier tienda dedicada a la venta de objetos para manualidades. Por supuesto, en casa se puede elaborar una versión sencilla de esta masa, pero tan buena como la de origen industrial. Basta con apenas agua, harina, sal y otros ingredientes fáciles de conseguir.

¿Qué debes hacer para elaborar arcilla polimérica casera?

Existen varias formas de obtenerla. En estas líneas te ofreceremos dos alternativas.

Alternativa nro. 1.-

Para elaborar en casa esta versión casera de arcilla polimérica debes conseguir una taza de harina, una  taza y ½ de sal y una taza de agua (cantidad aproximada; puede requerirse un poco más o algo menos).

Primeramente se mezclan bien la harina y la sal en un tazón, añadiendo agua a razón de ¼ taza por vez. Puede que no requieras usar toda la taza de agua o que, por el contrario, te veas en la necesidad de usar algo más de esa cantidad; eso dependerá de la humedad de la mezcla y de la temperatura presente en el sitio donde se está preparando el material. Continúa mezclando hasta formar una bola; después retírala del bol y amásala ligeramente. Al tacto, la masa debe sentirse flexible y firme a la vez. Puedes tomar pedazos y colorearlos con pigmentos o bien puedes dejarlos aparte y pintarlos después. Tu arcilla polimérica ya está lista para que moldees con ella lo que tú quieras.

Cuando hayas terminado de trabajarla, tienes dos opciones: dejarla secar al aire o bien ponerla en el horno a 250º F (121º C), dependiendo de cuán gruesas sean las piezas trabajadas. Si tus obras tienen el tamaño de una pelota de ping-pong, puedes hornearlas por aproximadamente veinte minutos. Luego de secarse las piezas, puedes pintarlas, barnizarlas o bien encerarlas para darles un gran brillo.

Alternativa nro. 2.-

Esta versión es algo más compleja por carecer de sal; sin embargo, su acabado es más fino. A tal efecto deberás conseguir dos tazas de almidón de maíz, dos tazas de bicarbonato de sodio, una taza y ¼ de agua fría y colorante para alimentos (este componente es opcional).

Mezcla todos los ingredientes en un tazón al tiempo que lo calientas a fuego mediano. A medida que se caliente irá espesándose, tal como ocurre con un puré de papas. Retíralo del fuego y deja que se enfríe. Una vez que se encuentre debidamente frío para manejar, amásalo como se indicó arriba. Si quieres suavizar la mezcla, añádele 1 cucharada de aceite para bebés (o en su defecto, aceite mineral) y para tornarla aún más suave, 1 cucharadita de glicerina vegetal líquida Llegado este nivel, puedes tomar pedazos y colorearlos con pigmentos o bien puedes dejarlos aparte y pintarlos después. Te recomendamos que utilices guantes para proteger tus manos del colorante para alimentos y reducir la impresión de huellas dactilares en el material. Ya está lista tu arcilla polimérica para moldear con ella lo que desees.

Luego de acabar de trabajarla, hornea  las piezas a 120º C (248º F) por unos 15 o 20 minutos, pues por carecer de sal, no endurecerá como la que sí la contiene. Por último, aguarda a que las piezas se hayan enfriado por completo si vas a pintarlas.

Ambas versiones de arcilla polimérica pueden elaborarse por anticipado y guardarse en una bolsa con cerradura tipo “zip”, para mantenerlas congeladas dentro del refrigerador.

¿Viste que es fácil?