Word tiene una amplia cantidad de fuentes o estilos de escritura, pero si nos damos cuenta, una buen parte son solo símbolos que están allí para acumular espacio y hacer que la lista se vea más grande, ya que no son funcionales, al igual que muchos estilos de letras cuyo aspecto no suele combinar con nada, para solucionarlo se pueden añadir nuevas fuentes.
Razones para incluir fuentes nuevas en Word
Las más utilizadas se resumen en solo 4 fuentes Arial, Calibri, Comic Sands, y Times New Roman, el resto de las fuentes son muy poco utilizadas por las demás personas, por lo que si se desea ampliar el repertorio con una nueva fuente que sí será utilizada de manera seguida, se pueden instalar nuevas fuentes.
Sumado a esto, si se desea redactar alguna clase de documento temático como una carta, un volante, y otro tipo de documento que deba ser visto por el público, y se tiene en mente una fuente específica, esta se puede descargar e instalar en el Word. Además, si se quiere hacer un diseño publicitario es posible utilizar otra fuente distinta a las que todos conocen.
Un ejemplo de esto son las fuentes cursivas de Word, de las cuales muchas simplemente no se entienden, ya que están muy juntas entre sí, o tiene demasiados detalles elaborados. Colocar una nueva fuente puede hacer que se creen documentos en una letra cursiva que sea entendible para todo aquel que la lea.
Pasos para insertar nuevas fuentes en Word
Esto es en realidad muy sencillo, ya que se puede hacer sin necesidad de abrir Word, y toma sólo unos pocos pasos, sin embargo, existen ciertos detalles a los cuales se les debe tener atención especial para que el proceso salga bien a la primera.
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Localizar la fuente a utilizar
Lo primero que se debe hacer es elegir la fuente que se desea agregar al amplio repertorio de Word, ya que si no se sabe cuál es la fuente, el proceso simplemente no podrá ser realizado. Para encontrar la fuente en cuestión es necesario buscar en Google una fuente que satisfaga las necesidades del trabajo en sí.
Existen una gran cantidad de páginas en internet que se encargan de subir estilos de escritura para poder ser descargados, ya afortunadamente estos solo tienen un peso de escasos KB, por lo que no son pesados, y pueden ser descargados aun con un internet muy lento.
Se recomienda que las fuentes utilizadas cuenten con los caracteres necesarios para el idioma que se está desarrollando, por lo que si se utilizará el español se recomienda que se pueda colocar la “ñ”, y que el acento o tilde también esté disponible para las vocales.
Así mismo ha de ser con los caracteres que se utilizan en otros idiomas, ya que si estos no son aceptados por la nueva fuente, se deberá buscar otra, lo que ampliará el tiempo de ejecución del trabajo, y si esta no se cambia como es debido, se puede transmitir un mensaje erróneo.
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Instalar la fuente
Una vez que se tenga la fuente o las fuentes a instalar, se debe seleccionar el archivo descargado, el cual se procede a instalar dando doble clic sobre el mismo, y seleccionando la opción “instalar” en la nueva ventana que se abrirá.
Para continuar con la instalación será necesario que le concedas al archivo permisos para realizar modificaciones dentro del computador, así como también deberás decir que si confías en la fuente de la cual fue extraído el archivo. Esto último es estándar para todos los archivos descargados de forma particular o que no tengan licencia.
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Verificar instalación
Una vez que se haya realizado la instalación, será necesario recordar el nombre de la fuente, y entrar a Word tal y como se haría de la manera normal. Se espera a que este inicie, se selecciona un nuevo documento o uno existente, esto es indiferente, y en lo que cargue el archivo se procede a abrir la barra de fuentes para verificar si la instalación fue correcta.
De haber sido correcta, se podrá ver la nueva fuente en la lista de estilos disponibles, y se podrá utilizar sin mayores inconvenientes.
Método alternativo
Si no funciona con el método anterior, es posible realizar la instalación al entrar de forma directa a la carpeta que contiene el programa instalado. La cual está generalmente en el disco “C”, bajo el nombre “Windows”, en la cual se encuentra otra carpeta llamada “Fonts”.
Dicha carpeta debe ser abierta, y se arrastrar el archivo descargado dentro de la misma, eso activará una instalación automática, y en poco tiempo se tendrá la nueva fuente para ser utilizada libremente. Si esto no funciona lo más probable es que la fuente descargada no sirva, y se deba ubicar otra.