¿Qué es el aceite de coco?
Se le conoce también bajo la denominación de “manteca de coco” y es una sustancia oleosa que tiene aproximadamente un 90 % de ácidos saturados que se extraen por prensado de la pulpa del fruto del cocotero o Cocos nucifera.
¿Cómo se obtiene este aceite?
Anteriormente era obtenido al hacer fermentar la leche de coco fresca; hoy día se obtiene de dos formas: la primera es a partir de la pulpa seca de coco (llamada “copra”) a través de refinado, eliminación del aroma y blanqueado; este proceso fomenta, además de una hidrogenación parcial, la aparición de ácidos grasos libres en alto grado. La segunda forma es usando pulpa fresca y madura de coco a través de procesos naturales y mecánicos, con aplicación o no de calor y sin pasar por refinados químicos; de esta manera se obtiene un aceite con su valor nutritivo intacto y su contenido en vitaminas y minerales: es el conocido aceite de coco virgen.
¿Cuántos usos tiene el aceite de coco hoy día?
En la salud: tiene infinidad de usos para la salud humana, especialmente en cuanto a la relacionada con la piel y el cabello. Se utiliza solo o como componente de cremas hidratantes para pieles secas; se utiliza en el tratamiento del acné y un estudio científico reciente ha comprobado que reduce la pérdida de proteínas al ser aplicado en el cabello. Asimismo, es un inigualable aliado para conseguir una alimentación saludable, llegando incluso a reemplazar ocasionalmente al aceite de oliva. Este aceite se usa ampliamente en la preparación de alimentos, especialmente para freírlos y su sabor es muy común en platos muy degustados en el sur del continente asiático. Se ha vuelto popular en estos últimos años, aún con su alto contenido en grasas saturadas, por su sabor semejante a las almendras, aunque ligeramente más dulce, que se aplica bien en la elaboración de pan, repostería y para hacer sofritos. Es el preferido por las cadenas de salas de cine para preparar las conocidas rosetas de maíz.
En la industria: previo al descubrimiento de la electricidad y a la difusión mundial de la luz eléctrica, el aceite de coco fue la materia prima utilizada para iluminar los pueblos de la India. También es un componente esencial en la elaboración de jabones. El jabón elaborado con este aceite generalmente es duro, pero retiene mayor cantidad de agua, comparado con el jabón fabricado con otras clases de aceites, aumentando con ello el rendimiento de quienes lo fabrican. Se disuelve más en agua rica en sales, lo que le facilita espumar más fácilmente. El jabón elaborado con aceite de coco como base es claro al derretirse y adquiere un color blanco brillante al endurecerse. Algunos repelentes elaborados a base de aceite de coco resultan eficaces en la prevención de la tungiasis, una enfermedad causada por la picadura de la pulga Tunga penetrans.
¿Qué debes hacer para obtener en tu casa aceite de coco?
En primer lugar tienes que obtener leche de coco. Puedes conseguirla de forma natural: basta con practicar 3 huecos en un extremo de un coco y extraer el líquido contenido en su interior, vertiéndolo en un recipiente. Después que hayas realizado esta operación, corta el coco por la mitad, extrae la pulpa de su interior y rállala. Coloca esta ralladura sobre una fina tela de algodón y exprímela para extraer la mayor cantidad posible de leche; a tal efecto pon un recipiente bajo la tela a ser exprimida para que el líquido caiga dentro de él sin desperdiciar nada. Agrégale a la leche de la pulpa el agua del coco que extrajiste previamente con el fin de hidratarla. Espera un poco para que ésta absorba bien aquélla y luego procede a exprimir de nuevo la leche de la ralladura con el paño de tela.
Una vez que ya esté completamente exprimida de nuevo, conserva guardada la pulpa, pues te puede servir posteriormente para preparar algún alimento; luego concéntrate en la leche que obtuviste, pues con ella es que podrás elaborar tu aceite de coco 100% casero. Coloca la leche dentro de un cazo o sartén y procede a calentarla a fuego lento, revolviéndola de manera constante. Con el calor el agua se evaporará y la leche se espesará, comenzando a granularse y separándose del aceite. Luego de que la proteína de la leche esté separada del aceite, filtra el aceite con un colador.
Si has hecho a conciencia lo antes expuesto, ya tienes tu aceite de coco para que lo utilices como bien lo consideres. En caso de que desees tornarlo sólido, solamente ponlo de 3 a 4 horas dentro del refrigerador y si no piensas utilizarlo de momento, agrégale unas cuantas gotas de vitamina E para conservarlo por más tiempo.