Cómo evitar que el pollo esté seco

El pollo por  ser una de las carnes más económicas y que aporta muy buenas proteínas, es de las más comida en muchos países. Esto se debe su exquisito sabor, su versatilidad, así como también la facilidad de preparar rápidas y ricas recetas. ¿Te gustaría aprender a como cocinar el pollo  y que no te  quede seco?

Consejos para cocinar un pollo jugoso

Uno de los inconvenientes a la hora de cocinar el pollo es que te queda seco y algo duro   de masticar. Pero te tenemos buenas noticias, puedes hacer ricas recetas con pollo y que te queden jugosos, si quieres saber cómo hacerlo solo sigue estos consejos.

  1. Utiliza pollo fresco

Al momento de meter el pollo al congelador y luego sacarlo y descongelarlo para cocinar, su carne pierde humedad. Lo más recomendable es que a la hora de preparar una rica receta con pollo lo compres el mimos día. Así lograras que la carne se ablande, absorba y retenga los jugos al momento de cocinarlo.

Si por tu rutina no puedes comprarlo el mismo día, asegúrate de bajarlo del congelador a la parte baja de la nevera la noche anterior o por lo menos 12 horas, para mantenerlo frio. Ten presente que la carne del pollo es muy delicada y si lo dejas fuera de la nevera se puede dañar.

  1. Una buena marinada

Una de los métodos más utilizados es la marinada del pollo, es primordial para evitar que el pollo se seque. Según los expertos, debes dejarlo marinar por unas 2 o 3 horas, con esto lograrás que su carne quede más blandita y con mucho sabor.

Lo más recomendable es hacer una marinada con algunos frutos cítricos como la naranja, el limón o la lima, salsa de soya e inglesa que aparte de ser una buena combinación ayudan a incrementar su sabor. Algunas hierbas que puedes utilizar en tu marinada son el romero y el orégano.

  1. Cortarlo uniformemente

Cuando vayas a preparar el pollo por porciones, debes tratar de que todas sean de igual proporción esto con la finalidad de que tengan un cocimiento parejo y evitar que algunos queden muy secos o muy poco cocidos.

Por otra parte, debes de cocinar las partes del pollo que tengan igual características, por ejemplo no puedes cocinar  los muslos con huesos con la pechuga en filete en el mismo momento, puesto que se cocinaran en tiempo diferentes.

La mejor alternativa es que deshueses el pollo antes de marinarlo. Así todas las partes quedaran más uniformes a la hora de marinarlo, se cocinaran al mismo tiempo y quedara más jugoso.

  1. Controlar la temperatura

Si quieres que tu pollo te quede dorado y jugoso, debes tener cuidado la temperatura con la que lo cocines. Si lo vas a cocinar a la plancha o en un sartén su temperatura no se debe sobrepasar de los 75° C, puedes hacer uso de un termómetro de cocina para controlar el calor interno del pollo y así evitaras que el pollo se pase de cocido y quede seco.

Si quieres hacer pollo horneado, debes calentar tu horno a 180°C así lograras un pollo dorado y jugoso. Siempre ten presente que el tiempo de horneado va a jugar un papel muy importante para evitar que el pollo quede seco. Debes saber que por cada kilo de pollo se debe dejar 45 a 50 minutos en el horno.

  1. Úntale mantequilla

Prepara una mantequilla condimentada con ajo y algunas especias y úntala entre la piel del pollo y su carne. Esta mezcla le aportará jugosidad  y un excelente sabor al momento de ser horneado. La mantequilla se derretirá con el calor bañando la carne, así mimos le dará a la piel un dorado extra.

  1. Pollo a la plancha

Si lo que quieres cocinar unas pechugas y que no te queden secas.  Pon en un recipiente un litro de agua con una cucharada de sal. Coloca las pechugas en el agua salada por media hora, una vez transcurrido el tiempo pon a calentar la plancha a fuego medio. Adereza las pechugas con sal, pimienta y un poco de aceite de oliva, colocas en la plancha dejándolas cocinas por unos 4 o 5 minutos por cada lado.

  1. Déjalo reposar

Para que el pollo quede jugoso una buena práctica es que, una vez que lo saques del horno, déjalo reposar por unos 10 o 15 minutos antes de picarlo.

Con los jugos que haya soltado el pollo al momento de cocinarlo, puedes preparar un rica salsa que te permita hacerlo más jugoso a la hora de servirlo. Vierte los jugos en una olla con un poco de caldo, vino blanco y jugo de una naranja o de un limón, cocínalo hasta que logres que se espese a tu gusto y cuando sirvas el pollo báñalo con esta salsa y Buen Provecho.