Cómo escribir un guion para teatro fácilmente

Te gusta el teatro y tienes en mente una idea para un guión, debes tener presente que existen varios métodos para escribir un guión para una obra de teatro, por lo que es un poco difícil encontrar un buen manual que te indique como hacerlo. Debes dedicarle mucho tiempo a planear tu cuento antes de iniciar tu boceto inicial.

Pasos para escribir un guión de teatro

Tienes que tener presente que un guión para teatro es diferente a un de cine, sin embargo en los dos casos tienes que exponer bastante que elementos conforman la escena, como son sus parlamentos, y en materia de teatro tienes que tomar en cuenta que el asistente a la obra está viendo todo en escena y así mismo, a todo el elenco que participa en la obra.

Tomando en cuenta estas premisas, debes tener en cuenta los siguientes pasos para empezar a escribir tu primer guión de teatro.

  1. Que historia quieres contar

Tu guión debe de partir de una idea o de una anécdota. Aprovecha esos momentos de inspiración, y a partir de ese momento inicia a escribir la trama de tu obra y trasladarla a tu guión.

  1. Elabora la trama

El inicio del desarrollo del guión es cuando comiences a escribir la trama. Siempre debes de dejar espacios para cambios y en particular para añadir nuevos elementos tu historia.

  1. Has una lista de escenas – escaleta

Aquí le estas dando inicio a la estructura de tu guión de teatro. Define número de actos, cuantas escenas con sus títulos deseas que estén incluidos en tu texto y su orden, si lleva o no comienzo y conclusión.

  1. Detalla la lista de escenas

Después de que tienes escrita la lista o índice de tus escenas (escaleta), debes detallar el esquema de lo que se desarrollará en cada escena. De igual forma puedes escribir compendios de diálogos que regularmente son cambiados con el desarrollo del guión.

  1. Escribe los diálogos

Es una de las partes más importantes al escribir tu guión. Puede ser que el elaborar los parlamentos te produzca un poco de temor, pero te percatarás que después de que hayas elaborado adecuadamente tu obra, casi lo tendrás grabado en tu cabeza.

Recuerda de respetar las reglas, el texto de una obra de teatro es escrito. Lee en voz alta todo lo que escribas, así podrás ir viendo si encaja en el contexto en que lo has escrito y que realmente exprese lo que quieres decir.

  1. No expliques las cosas

Recuerda que las personas que asisten a la obra es más intuitivo de lo que puedes pensar, así que no pienses que debes aclarar todo lo que escribes. Esto no quiere decir que tienes que ser enigmático, pero sí que pienses que el guión debe ser una excusa para la presentación.

  1. Cuida la duración

El texto debe durar lo necesariamente razonable para dar a entender lo que quieres expresar.  Por otra parte,  toma en cuenta la duración de los componentes individuales, si es en un acto no debe superar la hora y 40 minutos. Si es dos actos el primer acto debe ser más largo que el segundo (60%-40%).

  1. Cuida la orquestación

Cuida que cuando hayan varios personajes, los personajes presentes participen en el dialogo, al menos que la escena lo amerite puede que alguno de ellos participe menos o ni siquiera hable. Esto te puede suceder por olvido o porque lo hiciste conscientemente. Por otro lado debes cuidar la aparición de los personajes, puede pasar que uno aparezca muchas veces o al contrario que poco aparezca.

Si es tu decisión estará bien, si es por error debes corregirlo. Observaras que al tener bien orquestada las líneas de tu guión, este gozará de una cadencia sorprendente y lograrás que el púbico se mantenga  enganchado a la obra.

  1. Narra las consecuencias del hecho

Nunca debes narrar los hechos, sino las consecuencias de un hecho, es fundamental para la elaboración de un buen texto y que se quiera mantener en el tiempo. Este hecho debe ocurrir al inicio de la obra o antes de la narrativa.

  1. El momento del giro

Evidentemente, en todas las obras hay un momento de transición. La trama del texto lleva a un punto que pareciera no tener salida, de ahí viene la idea (punto clave), seguido de la implementación y finalmente las conclusiones.

El problema es que ese punto clave debe llegar en el tiempo justo, ni antes ni después. Si se alcanza antes, el fin de la obra se le hará distante a los espectadores, la obra parecerá muy aburrida. Si llega después, la obra parecerá inconclusa, será un final apurado. Lo ideal es que aparezca después en la mitad del guión. Todo dependerá de la cantidad de actos en que dividas la obra