Cómo cultivar mimosas en tu casa paso a paso
La mimosa es un árbol es que particularmente tienen flores amarrillas muy llamativas que alegran la vista de cualquiera que las ve, es muy común verlas en jardines ya que aporta cierta claridad al lugar. De origen australiano, nación donde se conoce como acacia, que con el tiempo llega a Francia, lugar que actualmente es la capital de la mimosa.
Su nombre significa “no me toque” ya que sus hojas que al mismísimo tacto se duermen. Este árbol simboliza elegancia, ternura y la amistad, y además también representa a las mujeres; cada 8 de marzo se suele regalar una ramita ya que se considera como emblema del día de la mujer.
Principales usos de la mimosa
Tiene gran variedad de usos como por ejemplo el polvo de su corteza sirve para ayudar y mejorar el proceso de cicatrización de las heridas. También posee propiedades anti-inflamatorias, favorece en la regeneración de la piel regenerativas de la piel, y rejuvenecimiento por lo que es podada una planta milagrosa. Este árbol suele convertirse en aceite, y este tiene beneficios como el efecto antiséptico y astringente. En cuanto al área estética tiene diferentes usos, como en la utilización para fortalecer el crecimiento del cabello, rejuvenecimiento y además se usa para fabricar jabones y perfumes.
Son árboles que pueden llegar a medir de 10 a 12 metros de altura, son de crecimiento rápido aunque raramente suelen excederse de los 30 años de edad. Son de corteza grisácea o blanca y lisa, tiene hojas bipinnado, es decir, una hoja compuesta por más hojas en términos coloquiales; cada hoja tiene 20 a 40 pares de foliolos (piezas).
Como toda planta requiere de ciertos cuidados para crecer sana y fuerte, ya sea en el sustrato de la tierra o en la riega de la misma, a continuación te daremos una guía de pasos para que tengas el mejor cultivo de mimosas
Pasos para cultivar la mimosa
- Se debe sembrar un espacio abierto, o bien donde la raíces tengan suficiente espacio para extender, esto porque las raíces con el tiempo se extiende y necesitan mucho más espacio. Otra de las razones por las que se necesita un espacio abierto es por sus ramas. El contar con un buen espacio hará que nuestra planta pueda crecer con libertad, siendo mucho más grande.
- El suelo en donde se siembre tiene que tener cierta acidez, entre un pH de 5 y 7.
- El lugar tiene que tener buena iluminación natural y el viento no puede dar directamente. La planta no tolera el frío. Por lo que se recomienda que la coloques en una maceta para que así sea mucho más fácil protegerla.
- Hay que cavar un hoyo aproximadamente de un metro de profundidad y cincuenta de ancho. Después de excavar el hoyo debemos limpiarlo retirando las piedras y las malas hierbas que allí se encuentren.
- Hay que mezclar la tierra del suelo con el estiércol, aproximadamente con cada un tercio de tierra mezclarlo con dos tercios de estiércol, es dicha mezcla le agregamos tierra húmeda y turba para hacer que se ponga acido.
- Si la mimosa es pequeña podemos colocarle un apoyo como un palo por ejemplo, para que no crezca torcida a causa de factores ambientales como son la lluvia y el viento.
- Estos arbolas son resistentes a la sequía y no soportan el agua en abundancia, pero es recomendable durante los primeros dos años el riego frecuente.
Cuidados de la mimosa
Es un árbol al que comúnmente le atacan ciertas plagas y enfermedades, debido a las condiciones en el cual se encuentre y como cuidamos de él. Debemos saber cuáles son esas enfermedades cuando al momento de que la afecten saber cómo tratarla.
Lo primero que le puede pasar a nuestra planta es que se le caigan las hojas, esto pasa cuando se encuentra en un ambiente demasiado seco. En nuestro caso, como se trata de una planta que tenemos sembrada en nuestro patio o jardín no es posible que la cambiemos de ambiente con facilidad, por lo que para resolver este problema tenemos que regar la planta con agua caliente, esto con la finalidad de que la planta mantenga la humedad.
Nuestro árbol puede ser atacado por ácaros también conocidas como arañas rojas. Estos insectos deterioran a tal punto las hojas de nuestro árbol que hacen que se tornen delgadas y amarillentas esto hasta que se terminan cayendo al suelo. Una forma de saber si tenemos una plaga de ácaros es porque debajo de las hojas suelen salir telarañas. Para acabar con la plaga va ser necesario que bañemos nuestra planta con agua caliente con la finalidad de que obtenga nuevamente humedad, el principal enemigo de los ácaros. Por otra parte si el árbol es pequeño lo podemos inspeccionar hoja por hoja.