Cómo cultivar alcachofas

Cómo cultivar alcachofas

Las alcachofas se caracterizan por sus carnosas inflorescencias comestibles las cuales son beneficiosas para nuestra salud, además de ser sumamente recomendada para mantener una dieta sana y equilibrada, especialmente cuando de perder peso se trata. Aquí te daremos la guía perfecta para que puedas cultivar alcachofas, y empezar con esa dieta que tanto has querido en numerosas recetas.

Lo que tienes que saber sobre las alcachofas

Podríamos decir que la alcachofa  o cynara scolymus es una adaptación de los cardos silvestres, cabe destacar que la planta es una planta perenne. Originaria del sur de Europa y del norte de África, con esta información no es necesaria para conocer del todo bien como es el cultivo de las alcachofas.

Lo primero que debemos preguntarnos es, ¿cómo es la planta de las alcachofas? Las alcachofas se distinguen por sus hojas largas y su vistoso color verde claro, además de poseer un rizoma con unas raíces de gran grosor y con yemas que están recurrentemente brotando durante todo el año. Lo que es comestible son sus flores gruesas que están forradas por sus peculiares escamas membranosas y carnosas, dándole ese toque que hace a la planta reconocible en sus similares.

Requerimientos necesarios para cultivar alcachofas de manera correcta

  1. En la cosecha de nuestras alcachofas la temperatura juega un papel vital para que la cosecha sea realmente buena, ya que las alcachofas suelen adaptarse a climas fríos. Siempre y cuando no se excedan en temperaturas bajas y temperaturas altas; la mejor temperatura para el desarrollo de las alcachofas deben oscilar entre los 7°C y los 29°C, siendo cada uno de los extremos peligrosos para el desarrollo de nuestra planta.
  2. El mejor clima para el desarrollo de nuestra alcachofa es los ambientes fríos ya que exigen una gran cantidad de agua y de riegos, pero que por lo contrario no toleran un exceso de humedad en el ambiente. Por eso es que las zonas templadas del mediterráneo, son zonas de producción de alcachofas, debido a no ser una zona con un clima seco y cálido mejora el crecimiento de la alcachofa, de lo contrario sus hojas se abrirían con demasiada rapidez y se perdería la ternura que la distingue a la hora de comer provocando así un sabor amargo.
  3. Nuestra planta necesita de un suelo sano, aireados y que sean ricos en materia orgánica y en humus, debido a que la alcachofa tiene un sistema de raíces profundas; si los suelos son carentes de nutrientes no podrá crecer de la mejor manera. Los suelos deben ser ligeros con una capacidad de drenaje bastante buena, para que no se cree humedad cerca de nuestra alcachofa lo cual podría ser perjudicial; siendo también necesario tener el terreno llano y libre de cualquier tipo de hierbas.
  4. En lo que respecta a la siembra, debe hacerse en verano, con al menos unas 10.000 plantas por hectárea. Realizando hileras de unos 90-120 centímetros, separadas por al menos unos 70-100 centímetros.
  5. La humedad extrema dañará nuestra alcachofa, por lo cual el exceso de agua en el regado puede provocar el encharcamiento en las raíces, lo que hace ideal instalar un sistema de goteo, o por un sistema de aspersión. Siendo este último el más recomendado debido a que crea un ambiente con la humedad correcta. Los primeros días de ser plantadas el riego debe proporcionarle la humedad suficiente para que el arraigado sea el mejor posible. Después de esto se deberá bajar el regado, sin perder la humedad inicial en su fase de crecimiento. Recordemos que por lo contrario la hoja se abrirían demasiado pronto, y por consecuencia bajar la calidad del fruto.
  6. Las alcachofas no necesitan la misma cantidad de fertilizante que requieren la mayoría de hortícolas, para que el abono tenga una función optima debe aplicarse un quinto del abono de fondo y después en intervalos semanales el fertilizante.
  7. Tras la primera recolección, debe realizarse una buena poda, esto siempre y cuando la planta haya empezado a secar, de ese modo será mejor para el desarrollo y crecimiento de los hijuelos para garantizar que siga la producción.
  8. Si se abusa del riego y de los abonos ricos en nitrógeno, pueden aparecer algunas plagas como lo pueden ser el pulgón, si esta plaga aparece debemos recurrir al jabón potásico o a repelentes con extracto de ajo. Otras de las plagas más comunes en el cultivo de las alcachofas son los gusanos barrenadores, introduciéndose en los tallos, para ellos debemos acudir a una floristería para que nos recomienden un insecticida orgánico para combatir a este gusano. Los caracoles son también uno de los principales problemas para nuestra alcachofa, para ello deberemos estar revisando continuamente que no se hayan metido en nuestro cultivo, y de ser así colocar barreras de serrín o de ceniza.

Ahora queda de ti buscar unas ricas recetas para aprovechar al máximo tu cultivo de alcachofas.