Bajar la fiebre

Antes de que te preguntes cómo se reduce la fiebre en niños, bebés o adultos, lo primero que hay que tener en cuenta es que la fiebre en sí no es una enfermedad, sino un mecanismo de alerta que advierte de un determinado tipo de infección. Además, puede llegar a ser muy útil porque en algunos casos, mejora la eficacia del sistema inmunológico. En pocas palabras, la fiebre es el mecanismo de defensa del organismo.

 

En personas con enfermedades crónicas o bebés, esto puede ser peligroso, pero en general, suele ser molesta pero inofensiva. No obstante, debido a que es incómoda, tendemos a combatirla muy rápido, antes de llegar a los 38 grados, que es el momento cuando realmente podemos tener fiebre, por lo que muchas veces, la verdad es que no se requiere de ninguna acción.

 

Aspectos relevantes de la fiebre

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La fiebre es una de las causas más comunes de consulta pediátrica, y esta es la razón del abuso de fármacos antipiréticos. Sin embargo, la fiebre tiene un efecto beneficioso para combatir las infecciones, ralentizar el crecimiento, y la reproducción de tanto bacterias como ciertos virus.

 

Existe evidencia médica, de que la fiebre ayuda al cuerpo a recuperarse de infecciones virales. Por este motivo, si bajas la temperatura al tener una fiebre de 37-38 grados, en lugar de ayudar, vas a facilitar que el virus se multiplique.

 

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Recomendaciones para que bajes la fiebre

 

En aras de proporcionar datos importantes, para que estés al tanto de los procedimientos que puedes aplicar para disminuir la fiebre, a continuación encontrarás una serie de pasos que te ayudarán muchísimo a lograr esto. Recuerda leer detenidamente cada uno de ellos, para evitar confusiones y que todo salga correctamente.

 

  1. Cuando la temperatura corporal excede los 38 grados, se considera fiebre, y aquellos entre 37-38 grados se considera fiebre de bajo grado. A menos que la fiebre supere los 39 grados, no intentes reducirla. Esto incluye, no usar antipiréticos. La administración de antipiréticos cuando la temperatura no es alta puede dificultar el diagnóstico, y sería algo contraproducente.

 

  1. Una de las cosas que se recomienda, para mejorar la comodidad del niño o del enfermo, es aplicar compresas de agua tibia, o incluso, un baño de agua tibia. Esto, ayudará en cierta medida a ir disminuyendo la temperatura de la persona, que es lo que se busca.

 

  1. Otra forma de bajar la temperatura, es quitarle la ropa al paciente. Por lo general, cuando tienes fiebre, la gente tiende a encubrir la enfermedad o a estar en cama completamente cubierto con un montón de sabanas encima, y lo que debes hacer es tomar las medidas opuestas a eso.

 

  1. Igualmente, asegúrate de que los pacientes beban mucho líquido, agua o caldo. De este modo, mantenerse hidratados también puede ayudar a reducir la fiebre, por lo que es muy importante prestar atención a este paso. Y ya que el cuerpo irradia calor en forma de sudor, es fundamental darlea las personas con fiebre mucho líquido.

 

  1. En caso de que tengas que usar antipiréticos, es mejor no usar ibuprofeno junto con paracetamolsi el medicamento va destinado a niños, aquílo ideal es elegir entre uno de estos.

 

El más recomendado es elparacetamol de cada 4 a 6 horas, porque los efectos secundarios son menores, y debes seguir cuidadosamentelas pautas de dosificación según la edad y el peso del niño. En el caso del ibuprofeno, debido a que los niños se negarán a usar paracetamol por su sabor, este debe tomarse estrictamente cada 6-8 horas.

 

  1. En circunstancias muy especiales, y siempre bajo el consejo de un médico, tanto el ibuprofeno como el paracetamol se pueden utilizar en combinación, pero solo cuando un médico esté supervisando la manera de usarlos. A menudo, el uso de la terapia combinada sin consejo médico puede hacer que los padres cometan errores de medicación, lo que puede representar riesgos para el niño.

 

  1. Por último, el uso de antipiréticos no puede prevenir las convulsiones por fiebre muy alta, esto es algo que preocupa a los padres y hace que muchas personas quieran bajar la fiebre de sus hijos de inmediato, aunque la temperatura sea de 37,5 grados.

 

Para evitar esto, lo mejor que puedes hacer si tu hijo tiene fiebre, es consultar a un pediatra, darle líquidos, y prestar atención a la evolución que presente para mejorar su comodidad. Así, podrás identificar cualquier problema y actuar de forma rápida, en caso de que exista un aumento en la temperatura repentino.

 

En resumidas cuentas, gracias a su efecto defensivo, en la mayoría de los casos no debes tomar ninguna medida para reducir la fiebre. Además, al ser solo un síntoma, esta bajará cuando se trate la enfermedad que la causa (por ejemplo, si el médico determina que responde a una infección bacteriana, se utilizan antibióticos) y desaparecerá por sí sola. Por ende, inhibirlo artificialmente producirá una falsa sensación de mejora.