Seguramente estas en busca de emprender el viaje por el camino de los misterios que oculta la magia y las ilusiones, estos, muchas veces peligrosos pero siempre asombrosos con la cualidad de siempre dejar atónitas a las personas que tienen el placer de presenciar cada detalle del evento que se manifiesta y aun así preguntarse: ¿Cómo lo hizo? Aunque quizá simplemente quieras sorprender a un par de amigos en una reunión regular.
Sin tomar en cuenta tu intención, si estás comenzando en este “mágico mundo” o ya lo habías hecho y quieres aprender algunos trucos nuevos, seguramente te servirá quedarte, pues, te estaré presentando unos trucos de magia para que practiques, domines y luego apliques con tus amigos o familiares provocando en sus rostros esas reacciones que valen oro, y que hacen pasarla bien tanto ellos como a nosotros mismos.
Lanzando la baraja y encontrando las cartas
Las cartas de póker son bastante apropiadas para este caso, aunque puede funcionar cualquier tipo de mazo, siempre que estos posean cartas parecidas, porque en este caso utilizaremos la memoria de las personas en su contra, mientras que al mismo tiempo daremos un efecto visual que hará que más de uno se sorprenda y te pida que lo repitas para poner más atención, a lo que tú responderás que no, pues, no te conviene.
Previamente, deberemos montar las siguientes cartas: buscaremos un 11 de diamantes, un 11 de corazones y un 10 de diamantes y en ese orden los colocaremos en el tope del montón, mientras que en el fondo pondremos un 10 de corazones, luego simplemente le mostraremos a nuestro espectador que vea “rápidamente” las dos primeras cartas del mazo (10 de diamantes y 11 de corazones) y se las mostraremos con nuestras manos.
Siguiente a eso, luego de mostrárselas unos dos segundos máximo, se las entregaremos boca abajo a nuestro participante, el podrá tocar las cartas pero no tiene permitido verlas, lo que harás será pedirle que las oculte en la baraja juntas o separadas, y una vez hecho esto, juntaras la baraja de cartas, no importa si no sabes dónde están esas dos cartas porque las que necesitas están en el fondo y el tope del mazo.
Suavemente con tu dedo anular e índice, tomarás el mazo haciendo solo un poco de presión en la parte de arriba y abajo, y ayudado por la fuerza centrífuga lanzaras la baraja a tu otra mano, así quedarán en tu mano principal la carta de abajo y arriba, que serán 10 de corazones y 11 de diamantes, al mostrarlas al participante este creerá que son las que él escondió en la baraja, pues son parecidas y no tuvo mucho tiempo para verlas.
Leyendo la mente
Para este truco también requerimos de un mazo de cartas, lo bueno de este caso es que no deberemos preparar previamente nada, haciendo que todo luzca orgánico y espontáneo, Simplemente tomaremos la baraja y le diremos al participante que podemos leer su mente, y que por lo tanto, podemos encontrar la carta que él escoja de la baraja, solo debemos darle un toque de show a la cuestión para que salga como queremos.
Para hacer seguir con esto, le debes pedir al participante que te diga que pares, mientras vas pasando las cartas boca abajo. Y cuando él lo indique te detienes, al hacerlo le pedirás que tome la carta que tocó al pararte y mientras él la mira y se la aprende, tu disimuladamente veras la carta que viene antes de esa para memorizar, ahora solo le pides que la regrese a donde estaba y regresas el mazo a su normalidad.
Posteriormente procederán a barajar las cartas procurando que la carta previa a la seleccionada por el participante no se separe de ésta, para finalmente buscarla en el mazo, cuando encuentres la carta que iba previamente significa que la carta siguiente es la del participante, solo tómala y “adivina” de una forma vistosa que esa fue su carta seleccionada con la excusa de que pudiste leer su mente.
Desaparece una moneda
Para esta ilusión, solo necesitamos una moneda y nuestras manos, cada vez que lo vayamos a realizar deberemos procurar siempre estar en frente del objetivo, no podemos arriesgarnos a tener personas al lado o atrás, porque de esa manera nos descubrirán.
Solo le diremos a la persona o personas frente a nosotros que desapareceremos la moneda ante sus ojos, (si estás en un podio o lugar alejado funcionará mejor), con una mano haremos un puño al que le dejaremos un orificio “para que entre la moneda”, y con la otra introduciremos la misma, pero en vez de meterla la mano la podremos detrás de ella, aunque de frente dará la impresión de que no es así.
Finalizamos abriendo las palmas mientras se desliza en el brazo la moneda hacia las mangas.