Una raza de perro conocida por su inteligencia, facilidad para aprender órdenes diferentes, y para rastrear otros animales, sin embargo, pueden ser muy enérgicos, lo que hace que controlarlos sea un verdadero reto cuando no se encuentran entrenados propiamente, dificultando de gran manera la vida de sus dueños.
Rostros engañosos
Se hace muy difícil no adorar a uno de estos animales, su cara amigable hace pensar que son unos pequeños ángeles que no pueden hacer nada malo, y eso es en parte verdad, cuando se les adiestra desde cachorros, pero con el paso del tiempo, si no se les pone disciplina, estos pueden mostrar otra cara.
Si bien no serán agresivos ante sus dueños, si pueden ser tercos y tener problemas de autoridad, lo que significa que no van a obedecer órdenes fácilmente, y su adiestramiento luego de ser adultos se vuelve un tanto complicado, dejando así a un perro con un carácter independiente y amigable, pero que a veces puede ser difícil de tratar.
A esto se suma el hecho de que, al ser tan enérgicos también se les complica prestar atención a sus entrenadores o dueños, por lo que se vuelve una tarea aún más complicada. Es por esto que su entrenamiento siendo jóvenes es primordial para poder disfrutar de la compañía de estos animales por un largo tiempo, y evitar una serie de disgustos.
Como adiestrar a un Beagle
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Preséntate como un líder
Desde pequeño, el Beagle debe entender quién da las órdenes en la casa, lo que en realidad no es muy difícil de conseguir. El método más fácil es alejarte de él y luego llamarlo por su nombre para que vaya hasta ti. Al hacer esto en repetidas ocasiones entenderá que las órdenes recibidas de tu parte han de ser seguidas rápidamente.
Para reforzar este efecto, y afianzarse como líder, se pueden utilizar algunas golosinas, las cuales no solo funcionarán para recompensar un buen comportamiento, sino para captar la atención del perro en caso de que éste no acuda a los llamados.
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Acostumbrarlo a que se quede solo
Generalmente cuando el Beagle cumple tres meses de edad es tiempo de que pueda quedarse solo en casa sin hacer destrozos. Para esto es necesario que todos salgan de la casa, y comiencen concediéndole periodos de tiempo cada vez más largos, eso ayudará a que este no cause destrozos al estar solo.
Esto se debe hacer de forma gradual, comenzando con ausencias de 5 minutos, y extendiendo así el tiempo a varias horas. Además, si este se ha portado bien es bueno recompensarle con una golosina.
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Adiéstralos para no morder
Quizás ya te hayas dado cuenta, pero los cachorros son fanáticos de morder las manos y pies de las personas, lo que es en realidad inofensivo en adultos, pero cuando se trata de niños pequeños la cosa cambia. Se requiere que los cachorros tengan algunos juguetes que puedan masticar tranquilamente, y así dejen en paz las manos y pies de las personas.
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Acostumbrarlo a la correa
A causa de su enérgica personalidad, estos perros tienden a tirar de la correa, lo que termina en el perro dándole un paseo a su amo. Estos deben acostumbrarse a la correa desde pequeños para evitar posibles accidentes en el futuro. Los perros deben caminar siempre al lado de sus dueños al mismo ritmo de estos, nunca detrás o adelante.
Quien decide es el humano no el perro, por lo que si este no está al lado tuyo, debes frenar inmediatamente hasta que el perro entienda que ha de seguir tu ritmo. Para captar su atención es aconsejable siempre tener una golosina en la mano.
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Permitirle hacer ejercicio
El Beagle es un pero de cacería, lo que significa que tiene una verdadera fuerza explosiva en sus patas, así como residencia. Lo que se recomienda es permitirle que gaste su energía corriendo en un parque o en un patio cercado, para que este pueda estar tranquilo, drenar la energía y no cause alborotos cuando está en casa.
Es necesario recordar que luego de grandes periodos de esfuerzo físico es necesario proveerle agua y alimento para que pueda reponerse rápidamente. Además, si no se quiere que este tenga problemas de peso, es buena idea que se programen sus horas de comida.
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Alta inteligencia
Estos perros son muy inteligentes, e incluso son populares entre las unidades policiales gracias a su fuerza, agilidad, y destreza. Lo que significa que si se pone suficiente empeño en adiestrarles desde pequeños se puede tener al compañero perfecto para que haga buena compañía, e incluso ayude en la casi si así se le entrena.
Cabe destacar que para dicho entrenamiento se debe tener mucha paciencia y dedicación. Así como también es aconsejable que todos los miembros de la familia lo entrene, así este respetara a todos por igual.