Una de las tareas más sencillas que se pueden realizar en una casa, bien sea para colgar un cuadro en la pared, o para reparar algún mueble de madera. Clavar un clavo correctamente puede parecer simple, pero implica un riesgo inherente, ya que puede ocasionar lesiones en los dedos, las cuales pueden incluso ser fracturas de huesos.
Cómo cavar un clavo correctamente
Aunque parezca muy simple, existe un paso a paso básico que se debe seguir para poder realizar la tarea de manera correcta, sin causar ningún daño sobre la superficie, sin doblar el clavo que se intenta colocar, y lo ms importante, si hacerse daño en la mano que está sosteniendo el clavo, lo que es en realidad la mayor preocupación de quien debe colocar uno de estos.
-
Para paredes de yeso
Para poder clavar los clavos en una pared de yeso, es solo necesario sostener el clavo con la mano izquierda, colocarlo sobre el punto exacto en el que se desea introducir, darle unos cuantos golpes suaves para que penetre un poco, y luego asestar dos o tres golpes con mayor fuerza para que el clavo penetre lo suficiente.
Es necesario saber que si se desea colgar un cuadro de la pared, el mismo debe sobresalir, por lo que la fuerza a aplicar ha de ser controlada. Si se desea introducir el clavo por completo, hay que considerar la fragilidad de la pared de yeso, ya que un golpe del martillo puede abrir un gran agujero, por lo que a medida que el clavo entra, se debe disminuir considerablemente la fuerza, hasta que el mismo quede al ras.
-
Para clavar en madera
Este es un proceso un poco más complicado, ya que la madera no solo puede sufrir daños si es golpeada con el martillo directamente, hundiéndose y dejando una fe marca, sino que también el clavo puede realizar una gran fractura a lo largo de la madera. Para evitar esto, se recomienda clavar perpendicularmente a las betas de la madera, y no longitudinalmente.
Si esto no es posible, entonces se puede taladrar la madera con una broca más delgada que el clavo a colocar, para luego clavar el clavo con poca resistencia, y evitando que entre en contacto con más fibra de lo necesario. De esta forma la madera se conserva, y el trabajo se realiza satisfactoriamente.
Herramienta correcta
La herramienta obligatoria para clavar un clavo es el martillo, el cual consiste en una agarradera relativamente larga, con un cabezal metálico, el cual puede tener dos lados para golpear, o un lado para golpear y otro para extraer clavos. A veces parecer ser simple elegir el martillo a usar, pero en realidad se necesitan saber ciertas consideraciones.
El primer aspecto es el peso del mismo, ya que mientras más pesado sea, más fácil será clavar el clavo, pero al mismo tiempo su control se hará más complicado, ya que este ha de ser manejado con una mano, mientras que la otra sostiene el clavo. Por ende, debe ser un tamaño que pueda ser fácil de controlar, el cual dependerá de la fuerza de cada persona.
La longitud también influye, ya que a mayor palanca, más fácil el trabajo, pero también dificulta el control. La agarradera también juega una parte importante, ya que si es incómoda se puede fallar el golpe, por lo que se recomienda que sea ergonómica y de ser posible de goma para que absorba el impacto y las vibraciones no avancen hacia el codo.
Por último, se recomienda que se utilice el de cabezal compuesto, en otras palabras, el que puede golpear por un lado y extraer por el otro, ya que de no ser así, se necesitaría otra herramienta para extraer el clavo en caso de que este haya quedado mal colocado, o se haya doblado en el proceso de golpeteo.
Retirar el clavo
En ocasiones será necesario retirar un clavo para introducir otro nuevo, el que intentamos colocar no quedó como se deseaba, o simplemente se dobló. De cualquier forma, necesitaremos la parte del martillo que asemeja un gancho con una hendidura en el centro, dicha parte se conoce como pezuña o pata de cabra.
Si la cabeza del clavo sobresale, puede ser retirada con el extractor del martillo, bien sea si sobresale mucho o poco. La extracción se realiza colocando el martillo de cabeza, enganchando el clavo, y haciendo palanca para extraerlo. Es necesario aplicar una fuerza considerable.
Si el clavo no puede ser sujetado por el martillo, se necesitará un cincel, el cual podrá servir para exponer un poco la cabeza del clavo, no mucho, pero si lo suficiente para poder extraerlo en el martillo. Es necesario recordar utilizar los implementos de protección personal como guantes y gafas de seguridad para evitar incidentes.